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Carta a mi amigo ciclista

20/7/08

Por Carlos Moukarzel Numair.
"La mentira tiene remedio al contrastarla con la verdad"

Te alcancé una vez en la ruta y dimos curso a la fraternidad que brota siempre entre los ciclistas. Yo te ofrecí mi "experiencia" rutera y tú la calidez y hospitalidad que entre tantas cualidades te caracterizó. Compartí en tu casa con tu familia y recibí el inmenso calor humano que irradiaba habitualmente Lucía, tu madre. Estuve mucho en tu casa, en el taller de bicicletas, recorrimos infinidad de kilómetros por los alrededores de Santiago y también de Coquimbo algunas veces en que vinimos a mi casa.

En este instante recuerdo a la Charito, aquella polola que amaste tanto y con la que te "peleaste" y volviste tantas veces. ¿Te acuerdas de nuestras idas a Peñaflor a la casa del Zamora o a la del Lito Molina donde comíamos sandía con harina tostada?. Podría citar tantos momentos hermosos como a tantas personas que valoramos tu humanidad y que aún hoy lloramos tu ausencia.

En el año 1974, el último en que te vimos, te recuerdo complicado por tus quehaceres: debías compatibilizar la necesidad de trabajar con la de continuar tus estudios en INACAP, el pololeo con la Charito y la dificultad para retomar tu nivel deportivo. Hasta que llegó ese 20 de Julio, en que después de apresar a Pato Guajardo, los de la DINA vuelven y te llevan junto a Peter de 14 y a Andrés, a quienes sueltan en una calle cualquiera. Pero de ti y del Pato no supimos nunca nada más. A tu madre sólo le dijeron que te investigaban por participación en actividades subversivas, pero que tu estado de salud era bueno, pero después le dijeron que Sergio Tormen Méndez no se encuentraba detenido por orden de autoridad administrativa alguna y que este Ministerio ignoraba tu actual paradero". El Mercurio, después publicó, que el Ejército efectivamente te había detenido, pero que habías sido liberado y que te encontrabas en Neuquén, Argentina, participando como un guerrillero.

La fuerza del vínculo sanguíneo, del amor y la creencia en que debía primar el respeto por el prójimo -por sobre otras diferencias-, nos hacía abrigar la esperanza de encontrar en algún momento una respuesta. No obstante, nos encontramos con una atmósfera de terror y consecuentemente de temor para quienes intentasen indagar por algo tan esencial como la vida de semejantes, "tragados" por "aparatos oficiales". Las respuestas fueron en muchos casos "que había que esperar", también consejos de no seguir en la búsqueda porque "nos podía pasar algo", cosas que nos ocurrieron a muchos y, los que a pesar de todo seguimos, algunos fuimos objeto de seguimientos y/o amedrentamientos, aún sin ser militantes de ningún partido, ni haber realizado otras acciones que no fuesen sino intentar saber de tu paradero.

Una de las cosas lindas que te puedo contar es que tu hermano Peter, ganó la Vuelta a Chile del 87. Más hermoso aún fue que desde los primeros instantes, en el podio de los vencedores, dedicó el triunfo a su hermano Sergio, desaparecido desde el 74. Tal gesto, absolutamente comprensible desde el amor, el dolor, la sensibilidad y la transparencia, fue censurado en diversos medios de comunicación y se convirtió en "inconveniente" por contradecir la "verdad oficial" reinante.

Los que mucho te queremos hemos lamentado y llorado con infinito dolor tu desaparición, agravada por la impunidad de quienes te raptaron y te retuvieron en centros de detención y tortura, como fueron Londres 38 y Villa Grimaldi, donde hemos conocido evidencias de tu presencia al principio de tu detención; pero nada hemos sabido de ti, excepto imaginar lo que te habrán hecho por lo que sabemos que le hicieron a otros.

Finalizo esta expresión de memoria, diciendo que el pasado no se puede modificar, pero eso no significa que no sea necesario que conozcamos toda nuestra historia, no sólo la conveniente a los grupos dominantes, sino toda aquella que nos pueda dar luces para que no puedan volver a cometerse los mismos errores.

"Sólo la verdad nos hace libres"
"Nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio…"

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En memoria de Sergio Tormen Méndez.

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